29 de junio de 2014

Camina hasta que puedas

Llega un determinado momento en el que te cansas de recorrer el camino que estás actualmente andando, que piensas que tus pies no soportarán tanto dolor, que se te hace eterno cada paso que das, que a lo mejor no te mereces este sendero. Es normal que a veces correteen estos pensamientos en tu interior, pero puede que se vaya al traste todo ese negativismo si, tal vez paseas un poco más hacia adelante, ves que no es estrictamente recto, y a partir de ese camino que te traía por la amargura encuentres algún desvío que te lleve hasta un lugar que jamás hubieras pensado pero que siempre te hubiese gustado. Nunca sabrás cuando encontrarás tu desvío si das marcha atrás, por eso nunca conviene tirar la toalla en mitad del recorrido y quedarte con la conciencia intranquila en la vuelta.

26 de junio de 2014

Saber qué saber

Se tiene bien entendido el hecho de que el saber es algo primordial para las personas, es algo beneficioso, que nos ayuda a expandir nuestra visión, a madurar nuestros pensamientos. Pero lo que no queda tan claro es otro hecho, ¿puede existir el exceso de saber?, ¿llegaría a ser malo en determinadas situaciones? No hace falta responder, a veces se experimenta esa sensación de "no debería haberme metido en esto" o aquella otra de "ahora que sé esto, no se me irá fácilmente de la cabeza", puede llegar a ser un estorbo el pisar áreas que, para nuestra persona serán nocivas...
Saber está muy bien, pero tener un cierto control sobre que sí y que no, está mejor, porque saber una simple cosa mala puede que colapse durante cierto tiempo tu capacidad para saber muchas más, enriquecedoras y que te ayuden.

22 de junio de 2014

Una tregua veraniega

Puede que suene a utopía, a plan imposible de llevar a cabo, pero creo que no debería de ser así ya que, en el fondo de él hay una necesidad-interés que son universales: pasarlo bien y tener momentos inolvidables (pese a que algunos sólo sean fugaces). Aunque sea algo tan simple y a la vez, tan difícil de realizar, estaría genial que en un época como es el verano, al menos sí se diera plenamente el hecho de ese buen rollo los unos con los otros.
Con tres pasos valdría para que esto se efectuase. Primero, deberíamos concienciarnos a nivel personal de que sí se puede y no desconfiar de que los demás no lo harán, si no existe una base sólida no sé podrá hacer nada, aunque se quiera y se intente por todos los medios. En segundo lugar, estaría el puesto de abrirse y mostrar de forma real esa concienciación previa al resto de personas, al igual que ellas lo muestren hacia ti, sólo entonces se podrá acceder al tercer estrato. Teniendo ya aprendidos ambos pasos anteriores, sería cuestión de enlazar a personas (o grupos de personas) en orden de sus necesidades-intereses, y si no existe esa concordancia, dejarlo pasar sin más y facilitar que la otra persona encuentre dicha concordancia con otra y tú también, pero sin poner trabas ni perder tiempo innecesario. Tal vez el concepto de "necesidad-interés" resulte demasiado crudo y bruto o que se le atribuya cierta connotación negativa, pero es tal que así aunque no visto de este modo. Todos tenemos necesidades e intereses en menor o mayor medida, lo nocivo de este asunto es que la concordancia que debe existir desaparezca o que nunca estuviera.
Finalmente, podríamos ganar de esto llegar a ser como una bandada de pájaros que se dirigen hacia su lugar migratorio (o de vacaciones, en nuestro caso) que no se chocan entre unos y otros mientras vuelan , van en perfecta sincronía, sería hermoso poder llegar a hacer eso, ¿no? Además, se facilitaría mucho la comunicación (cuando a lo mejor ocurre que las personas queremos empezar a hablar, o besarnos, o tener sexo, o declararnos, o ayudarnos, o planear cosas en común: viajes, aficiones...), esa comunicación que aún, en muchos casos, nos falta y no utilizamos libremente para tener un verano ideal.

12 de junio de 2014

Ojalá venga

Ojalá no tuviéramos porque tener que utilizar tantos "Ojalá", siempre en la punta de la lengua cuando queremos o pensamos en algo que nos parece inalcanzable y es que, con el mero uso de ese "Ojalá" lo ponemos aún más lejos de lo que en realidad está de nuestro alcance, lo hacemos más irreal, más utópico. Engancha bastante su uso, pero no lleva a ninguna parte, te encarcela en el soñar y no en el actuar, no deja que te muevas, ni tú ni tus aspiraciones.
Por otra parte, existe el sustituto perfecto al "Ojalá" (aunque cierta gente tenga miedo de que sea un hecho más recurrente), el "Venga", el enemigo de los que no quieren que se cambien las cosas y/o que no nos demos cuenta de ellas. Se asustan al oír las pisadas en movimiento, les paraliza que nos espabilemos, aunque en un primer principio se lo tomasen a cachondeo, que vacilaran de que fuésemos a tomar movimiento, con los mismos hechos que pensaron no ocurrirían, acabaron llenos de incertidumbre, de pánico. No es nada fuera de la lógica más simple, acción-reacción, cuando ocurre una mala acción, tarde o temprano habrá una reacción correctora a causa de ella y llega un momento en el que dicha reacción se convierte en una bola de nieve ladera abajo, no la parará nada hasta llegar a cambiar algo. Así que, menos "Ojalá" y más "Venga".

5 de junio de 2014

Hacer lo que sabes

¿No te ha pasado alguna vez en la que al acabar un examen recuerdas que sabías ciertas cosas pero no te acordaste de plasmarlas en los folios? ¿O que el profesor te dijese "No me has puesto esto" y tú piensas "Pero si yo lo sabía..."?
También pasa eso en el resto de cosas en la vida, que sabes hacer algo pero no lo demuestras, ¿por qué? Puede que ganes mucho o poco haciendo saber a los demás de lo que eres capaz, pero nunca lo sabrás si no te envalentonas y no lo pruebas. Tal vez sea por pereza, olvido o vergüenza, pero nunca una excusa es justificable  en este asunto, ¿no te mueres de curiosidad por saber cuánto cambiaría (tu vida o el mundo) si dejas ver lo que eres capaz por ti mismo? Creo que son muchos pros acompañados de muy pocas contras (o ningunas), lo que ocurre es algo extraño, porque nadie tiene siempre esa capacidad constante de probar que es capaz de tal y cual, sinceramente es una pena no descubrir y quitar del medio esa "mano oculta" que nos agarra a veces, que no nos deja ser en todo momento lo que somos al descubierto.

2 de junio de 2014

Pasado, motor oculto del futuro

Hay veces en las que te paras a pensar "Y bueno, ¿cómo saco yo esto adelante?", "¿Podré con ello? Tal vez no...", afrontar el futuro a veces asusta e impresiona un poco (más de la cuenta, la verdad) aunque no debería porqué ser así, si te pones a recordar esos logros que tienes, que ya son tuyos, ¿no deberías sentirte con orgullo por haberlos hecho? E incluso, podría compararse lo que has hecho ya con lo que te queda por hacer y puede que concluyas que por lo que has pasado ya, fuese más duro que por lo que vas a pasar.
Por eso, merece la pena más hacer esta reflexión sobre el pasado, sacar fuerzas y valor de ello antes que marearse intentando encontrar una respuesta a aquellas preguntas iniciales a cerca del futuro.
Personalmente, este pensamiento me ha ayudado con éxito siempre que he tenido que enfrentarme a algo nuevo o a algún evento importante (ya sea negativo o positivo), prepararme un poco antes de lo que está por venir no es que me haya quitado los nervios (cosa que, siempre pienso que está presente, aunque no quieras, los nervios son inmortales hasta que no pasas por lo que tengas que pasar), pero al menos, me siento con más ganas y más preparado para que venga lo que tenga que venir...