23 de agosto de 2016

A dos fuegos

Podríamos asociar a las pasiones el símbolo del fuego como algo ardiente y con la capacidad suficiente de hipnotizar a las personas... pero resulta que, más allá de esto, aunque todas las pasiones sean una llama encendida mientras vivan, no es menos cierto que entre ellas existen ciertas diferencias.

No es lo mismo que algo llegue rápido y fuerte que si lo hace de una forma lenta y suave, ni siquiera sus efectos llegan a ser equiparables, por eso viene tan bien saber distinguir entre un modo y otro. Jugar con fuego puede ser divertido, pero si no tienes claro de qué clase es, puede llegar a abrasarte por no alejarte a tiempo de él.

Tal vez resulte más tentador una llamarada intensa antes que una que se caracterice por ser latente, siendo esto solo una apreciación a primera vista, llega a calar hasta tal punto de hacerte olvidar que la primera será efímera y la otra, duradera... cuando, recordemos, esto podría resultar en una humeante fatalidad.

9 de agosto de 2016

De mucho pedir y de poco hacer

Que no quepa duda de que vivimos en un mundo de mucho pedir y de poco hacer, no solo hablando de amor y de justicia... Atrincherados en el exceso y en la codicia nos encontramos más vacíos que nunca, ¿de qué nos sirve esto? Y más allá, ¿cuándo nos daremos cuenta, como conjunto, de que esta estructura es menos fiable que un castillo de naipes?

Nos hacemos llamar ‘sociedad’ cuando el factor que más flaquea es ese mismo, el social. No se encuentra nada de social en asesinar, marginar o desfavorecer a ciertos grupos de personas por ser distintas o porque históricamente hayan estado subyugadas a barbaridades que hoy día siguen vivas en otras atrocidades de actualidad.

2 de agosto de 2016

Navegando por la vida

Puede que nuestros barcos sean idénticos
pero no son ellos ni mucho menos culpables de,
en mitad de esta tormenta,
tener distintos rumbos y que,
a pesar de todo,
jamás choquen el uno con el otro...