2 de abril de 2014

La dificultad de decir las cosas más simples

Esto que voy a contar, me parece una idea simple, pero estoy seguro también (paradójicamente) de que mientras lo vaya intentado expresar hasta que lo consiga, tendrá cierta dificultad. Y esto, ocurre como con todas aquellas ideas y pensamientos simples, que no se dicen, pero siempre están muy presentes en las mentes. Algo ciertamente curioso, es como si hubieran metido dentro de tu casa un mueble (de una sola pieza) y luego, cuando quisieras sacarlo fuera por la misma puerta que entró, misteriosamente, no pudieras.
¿Qué ha pasado o, qué pasa para que ocurra esto? Puede que sea efecto del pensar la reacción que conllevará "sacar ese mueble", o que, estemos tan aferrados a él (a ese pensamiento) que no queramos expulsarlo así como así.
Los extremos que delimitan la línea que crea una circunferencia, aún siendo extremos, siempre están en contacto, como lo hacen la "dificultad del decir las cosas" y la "simpleza del pensarlas", pero no estaría mal que, de vez en cuando, esa circunferencia que conforma la mente, se abriera y dejara salir esas cosas simples que, en el fondo, tanto nos gustaría decir sin más complicación que el abrir la boca y soltarlo.