29 de agosto de 2015

Imaginar o realizar

¡Qué bien te sientes! Mirar a tu alrededor y no percibir fallo alguno, así se vive fenomenal, sin preocupaciones que te rodeen ni presiones que te empujen. Vas a tu bola y todo tiene buena pinta, todo te sale a pedir de boca...
Empiezas a escuchar un leve ruido a lo lejos. Se acerca, se acerca. Lo oyes más fuerte y como si de un guantazo se tratase, te espabila, te despierta a la primera. Empiezas a preguntarte donde estás, notas el sudor cayendo por la frente, piensas que tal vez debes hacer como él, correr y buscar tu camino aunque sea por la ley de la gravedad. Una vez te pusiste en marcha, el recuerdo de cómo lo era todo se establece borroso en tu cabeza, intentas identificar o reencontrarte con algo de que aquello que te supo a gloria pero no encuentras nada y a medida que te alejas, menos recuerdas, hasta que se desvanece aquella onírica experiencia.
Sientes ahora sobre tus pies a un cuerpo que no sabes si te corresponde pero que es más vivo que el pasado sueño en el que estabas inmerso. Todo ese tiempo que estuviste en tus imaginaciones, la realidad se fue desgastando, la derrochaste en parte por darle la espalda.
Aunque resulten ser las fantasías los recovecos más seguros y cálidos, que ocupen demasiado tiempo o que llegues a pensar que son reales y olvides a la propia realidad es lo más frío y peligroso que te puede ocurrir nunca. Tener a mano un despertador no es capricho de la vida, fue invención nuestra.

22 de agosto de 2015

Piedras y banderas

Es irónico el punto hasta el cual se ha llegado: se riñe antes a una persona luciendo una bandera blanca que a otra con las mismas manos aunque con una piedra. De hecho, esas piedras son las que terminan aplacando al portador de la bandera pero eso curiosamente no se percibe como un verdadero mal en la sociedad. Se ajustició a la dichosa persona que se atrevió a atar un trapo blanco a un palo, hubiera hecho mucho daño que más gente se uniera en la misma causa, ¿habrá algo más peligroso que la libertad?

Mientras tanto, se afilan piedras por si hiciera falta de nuevo usarlas, por si vuelven a atreverse a usar la libertad esas personas que no buscan más que la paz ¿De verdad tiene alguna lógica percibir maldad en lo natural?

No vale la pena pensar en un cambio de roles, en busca de venganza contra los que insultaron, contra los que acosaron o abusaron. Lo realmente bueno sería que las banderas ondearan en manos de todos, una marea blanca, un pensamiento colectivo y unido.

21 de agosto de 2015

La calma después de la tormenta

Se acerca una tormenta, las ves venir hacia ti y ya te pierdes pensando en ella. La tienes encima de ti, no puedes ocupar tu mente y tu cuerpo en otras cosas. Te recorren escalofríos de humedad marina, te asaltan olas tan grandes que temes por sucumbir ante su fuerza y pasión.

Consiguió atraparte, ya no hay vuelta atrás, te encuentras dentro de ella y aunque arrecie el temporal, aunque trates de reparar después tu barco aventurero lobo de mar, sabes que dejará marca en ti, y que jamás podrás borrarla.

Tonto de ti, al llegar la calma, piensas que toda la amenaza ha pasado, y nada más lejos de eso es entonces cuando la mar te cala hasta los huesos. Antes te había mostrado su majestuosidad y su locura, la tormenta que alberga dentro de sí, pero ahora en el más íntimo descanso te acaricia y te mece suavemente con su superficie de piel acuosa, te muestra secretos que otros marineros jamás habrían podido ver en ninguna carta naútica.

17 de agosto de 2015

Para las personas que se creen hacer el bien

Antes de entrar a valorar algo se debería comenzar por estudiar el caso concreto y no aventurarse a la referencia del caso más extendido, después no vale escudarse en el pretexto de "pero así son la mayoría", y si no se quiere examinar dicho caso, con sus particularidades, mejor callarse antes que valorar a la ligera cosas que no es que duelan en sí, si no que son innecesarias en ocasiones.

Que está muy bien que las personas luchemos por nuestros ideales, pero que ello no conlleve a malentendidos, que no por ello nos podemos vestir de excusas y no mirar el precio de la etiqueta sin que pase nada a efecto de esto. Tampoco nos podemos enfundar una venda que nos tape los ojos y ponernos a aporrear todas las piñatas pensando todas están rellenas de lo mismo por el mero hecho de ser piñatas.

A veces somos víctimas de nuestros propios balazos, eso está más que visto y oído. Pero que no nos hundan el dedo en la llaga de una herida que se inventan por tal de criticarnos, mientras tengamos la mente limpia y la convicción personal de que hacemos las cosas en base a unos valores que creemos correctos, que intenten molestar pues no lo conseguirán.