31 de enero de 2013

Amistad (análisis fundamental)

La amistad. El principio de todo lo bueno que existe entre las personas, que un día fueron desconocidas, y ahora ya no tanto.
Se podría decir que las amistades, están dictas por el destino, de las actividades que hayas hecho, de los sitios por los que te has movido. La amistad no se elige, surge porque sí.
Y la palabra "amistad" recibe, en ciertos casos, muy mala fama a costa de personas que lo primero que no saben es ser amigos, que la destrozan con sus necesidades egoístas y sus intereses monorraíles. No deberían, estos personajes, cobrar tanto protagonismo, no por ellos, debemos desanimarnos, y acabar a medias en el camino de la búsqueda de amigos.
El que algo quiere, algo le cuesta. Y si se quiere una buena amistad, se tiene que dejar de lado todo lo que sea impaciencia. Las buenas amistades conllevan su madurez, unas menos que otras, pero no del día a la mañana en ningún caso. Además, se necesita de cierta perspectiva temporal, dejar que el tiempo pase, analizar el pasado, ver los hechos, y viéndolos, también se observará cuales son las amistades fructíferas.
Pero, después de todo, el esfuerzo acometido siempre deja algo como premio, y no cualquiera te lo dará si es que eso piensas, si no el amigo de verdad.

Entrada dedicada en especial a una persona, en memoria, y como regalo, por su decimonoveno aniversario.

29 de enero de 2013

_____ ¿días?

Debería hacerse saber que eso de los "buenos días" y "malos días" no existe realmente. Que sólo es una forma de hablar. Que los días no son más que pizcas de tiempo. Que lo que realmente existe es la forma de afrontarlos. Ya sin dependencias de lo que ocurra o no durante ellos. El cómo afrontar los días puede sorprendernos a nosotros mismo, puede convertir rápidamente un "mal día" en uno "bueno". Y muchas veces no nos percatamos de eso, sobretodo cuando estamos desanimados, deprimidos, tristes, nos cegamos y nos cerramos en que el día que vivimos, pase rápido...
A veces puede que sea cómodo que un día sea "bueno" o "malo", pero no por eso debemos dejar de pensar que no repercutimos en nada en lo que es nuestro día. Todo lo que saques de tus entrañas, más tarde o más temprano, acabará reflejándose en el exterior. Si te esfuerzas en estar animado, alegre, sonriente, lo tendrás que reflejar y al ver, sentir ese reflejo, es cuando llegan los motivos del ánimo, alegría o sonrisa. 
Sé que parece raro esa alteración motivos-efectos, pero hay días en los que no queda otra que hacerlo, o si no, un "mal día" se avecina. 
Un día, en última instancia, es cuestión de uno mismo y no de lo que ocurra.

16 de enero de 2013

Nada nuevo bajo el sol

Guste o no guste, la variedad de gustos estará ahí, y ahí permanecerá. No quiere decir que siempre haya los mismos, pero siempre habrá diferencias entre los que existan. Por eso, resulta ridículo querer unificar a todos  los gustos a uno. Si queremos estar realmente unidos es siendo comprensivos los unos con los otros, y así, con un poco de esfuerzo puesto por todos, será mucho, tanto como para cambiar el conjunto y mejorar en todos los aspectos.
Nunca llueve a gusto de todos, igual que no todos llevamos el mismo paraguas cuando llueve, es algo lógico.
No hay porque explicar porque a cierta persona le gusta tal o cual, los gustos son, nacen y cambian sin sentido estricto. Lo que hay que buscar es que todos lleven un contenido coherente, que pueda ser practicado y beneficioso. El gusto se educa, se perfecciona, es una habilidad más de las personas, aunque sí que es más pasiva que otras, pero no por eso menos relevante que ellas.
Una cosa es saber aguantar los gustos de los demás y otra muy distinta que domines los gustos de otros o que otros dominen tus gustos de forma malintencionada (publicidad para que compres algo, sentirte dentro de un grupo de personas, etc.)
Por ejemplo, para mí es un gusto escribir, sobretodo escribir para ser leído. Y no escribo para los que me lean cambien de mente al leer directamente lo que trato si no que lo reflexionen, lo entiendan y hagan con ese saber regalado que les doy lo que quieran, éste, el cambiar algo dentro de otra persona es uno de los mayores gustos por los que escribo.
De este modo, os quiero decir que llevéis vuestros gustos de tal forma que afectéis de forma positiva a los demás, pero claro está, rizando el rizo, no a todos repercutirá positivamente lo que hagáis de vuestros gustos, cosa que no conviene olvidar nunca.

14 de enero de 2013

La incertidumbre del que calla

No siempre se habla todo lo que se quisiera. Siempre, hay momentos o épocas en tu vida que callas. Te callas cosas que tienes dentro de ti y que, tal vez otras también personas tengan exacta inquietud. Pero eso es lo difícil de la expresión, el inicio de una conversación, el posible éxito que pueden llegar a tener tus palabras. Lo complicado no es querer expresar algo si no el hecho de lanzarse y soltarlo, a veces, como dije, hay momentos en los que no te lanzas, pero... ya te gustaría a ti poder explayarte.
"¿Y cómo podré quitarme ese pánico a hacer algo real de mis pensamientos y compartirlos con los demás?", eso lo pienso con variable frecuencia, pero siempre vuelve a haber un arrepentimiento. "Lo tendría que haber dicho, tampoco hubiera pasado nada del otro mundo" como gran consuelo de los que se callan.
La cuestión a resolver es la interacción entre el "yo" y "el mundo que lo rodea", cuanto más distante estés de lo que vives, más incertidumbres te vas a llevar, eso es así, cuanta más distancia haya entre tú y la realidad, menos iniciativa tendrás para intervenir en ella. "¿Y cómo me acerco? ¿Qué debo hacer?", pues, valdría pensar en primer lugar que ese "yo" que te personifica está de alguna manera inmerso en "el mundo que lo rodea", y para darse cuenta de tal inmersión, hay infinitas fórmulas. Siempre viene de maravilla sentirse realizado, cada uno lo verá desde sus ojos, lo sentirá con su corazón y lo comprenderá con su mente, pero al fin y al cabo, desde el más tímido hasta el ser más extrovertido interviene en la realidad, en la sociedad, no puede nadie permitirse el lujo de pensar que no forma parte de esto, todos lo somos. Así que no cierres la oportunidad de poder triunfar, ser feliz o conseguir los logros que tengas en mente, tú te pones tus propios límites dentro de lo que cabe dentro de la realidad del momento que vives ¿Vas a estar con la boca cerrada, el corazón estrecho y el cerebro comprimido? ¿Realmente quieres no ver hasta donde podrías llegar? Actúa, es tu momento, las incertidumbres se pueden quedar huérfanas, que no les pasará nada.