2 de diciembre de 2014

¡Cuidado!, los problemas te tienen

No todos tenemos problemas. Muchos de nosotros sí los tenemos, y unos pocos no tienen problemas, los problemas los tienen a ellos. De modo que el mayor problema de un tipo de persona así, es sí misma. Y si no sabe a poco, además, se crean aún más obstáculos de la nada, se piensan que están mal, cuando en el fondo, lo están haciendo mal.
En algunos momentos, a todos puede parece una dura tarea eso de aguantar nuestros problemas como ovejas en un corral y teniendo como perro pastor a la cordura, pero estas personas que tienen impuesto un desorden emocional y vital grave, no pueden comprender que no son los únicos que sufren, que lo pasan mal, que tienen que sacrificarse, que tienen que dar fin a ciertas épocas de la vida, cuando lo que los hace únicos a esos fantasmas es una buena patada en la boca.
Lo más notable en estos personajes es la capacidad que tienen para exteriorizar la culpabilidad, se autoconvencen de que el resto de personas son quienes hacen que fallen y les impiden estar bien o son los que fallan al hacer las cosas, se cabrean con el resto del mundo porque llegan a tal punto de cobardía que no podrían enfadarse con ellos mismos, siendo sinceros.
Si no has pensado en alguien con esa personalidad, tal vez... tú lo seas, o has tenido mucha suerte de no encontrarte nunca con una persona así (cosa que no creo).

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